Conducir una clase con mayor o menor éxito ciertamente depende de la capacidad didáctica que radica en cada uno de los profesores que desempeñan la docencia sin embargo, es importante mencionar que una buena planificación táctica de la clase es un factor imprescindible para la buena exposición de los conocimientos.
Existen variadas estrategias, métodos y recursos pedagógicos que privilegian el Aprender Haciendo. Para generar aprendizajes de manera preferentemente inductiva, contextualizada y práctica se debe planificar toda clase a fin de poder lograr que los estudiantes adquieran y/o construyan el conocimiento demostrando sus habilidades y destrezas. Esta planificación permite conocer el tiempo, cantidad y orden en que se deben realizar las diferentes actividades, ejercicios y labores de enseñanza.
Pensar con anterioridad las clases, permite secuencial y segmentar el contenido, haciéndolo coherente y funcional, lo que repercute directamente en la capacidad de los alumnos para apropiarse y asimilar las lecciones de manera global y e íntegra.
Para planificar una clase se deben realizar las siguientes interrogantes:
- ¿Hacia dónde se dirige la enseñanza y/o formación?
- ¿Cómo va a conseguir llegar hasta allá?
- ¿Cómo va a saber que ha llegado?
Sin embargo, no hay que olvidar que la enseñanza es un proceso dinámico, en el que influyen varias variantes que en algunas ocasiones escapan de control y de la planificación razón por la cual el hecho de planificar una clase no significa que sea algo rígido y sin posibilidad de cambios ya que a veces puede modificase debido a circunstancias especiales.
Los docentes más efectivos y los que realizan mejor planificación de sus clases son aquellos que muestran dominio de sus conocimientos los cuales al combinarlos con diversos métodos de enseñanza; inducen a una mayor complejidad de crecimiento evitando el aburrimiento y el dogmatismo.
Los docentes más efectivos y los que realizan mejor planificación de sus clases son aquellos que muestran dominio de sus conocimientos los cuales al combinarlos con diversos métodos de enseñanza; inducen a una mayor complejidad de crecimiento evitando el aburrimiento y el dogmatismo.
Finalmente con la planificación se evita la improvisación y se reduce la incertidumbre, las actuaciones contradictorias y esfuerzos estériles. Adicionalmente, garantiza el uso racional del tiempo y coordina la participación de todos los actores involucrados.
“Aprender sin reflexionar es malgastar la energía”. Confucio
